Era casi medio día, y aun seguía embriagado, dolido
Canto sus penas al cielo y lo hizo llorar
Callo de rodillas al suelo y la hizo temblar
Grito y de su boca salió un tornado
La noche llego, el estado de ebriedad cedió, a dormir se fue y olvido
Al día siguiente despertó y una cefalea lo mato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario